55,6
Es posible que alguien no entienda el título de esta entrada, pero ya me encargo yo de aclararlo: quiero compartir con mis hordas de lectores lo que he visto nada más levantarme y lo feliz que me ha hecho. Peso 55,6 kilos, lo que me aleja de la categoría de "chaparrita" y me acerca a la de "pibón". Para celebrarlo me he comido unas decenas de chuletas de cordero, pero esa es otra historia.
Ser delgado es una alegría muy grande para casi todo el mundo. Pero, ya que hablamos sobre este tema, llevo tiempo pensando que hay algunas actividades en esta vida que, no se sabe muy bien por qué, se le dan mejor a los gordos. La clásica es cantar ópera. Y luego hay otras evidentes, como ganar concursos de comer churros con chocolate (siempre quise participar en el de mi barrio, nunca me dejó mi madre: de ahí mis 55,6) o tirar de un camión con los dientes.
Pero hay otra actividad que, en apariencia, no tiene nada que ver con la grasa y que es casi un coto privado de los gordos. Me refiero a jugar a los dardos. Algunos de vosotros no sabréis que soy miembro de un equipo de dardos electrónicos. Como soy suplente, porque soy mala y miope, en los campeonatos me ha dado tiempo a observar mucho. Y me he dado cuenta de que los gordos son los cracks. Si te toca jugar contra un equipo todo de gordos, ponte a temblar. Eso es algo que nunca había comentado con nadie porque es de todo punto irrelevante. Pero el otro día me encontré con la demostración histórica de que mi sospecha era cierta: Enrique VIII, célebre gordo, introdujo los dardos en Inglaterra. Qué cosas, eh? Bueno, no se me ocurre nada más que hagan bien los gordos, así que me quedo muy contenta con mi nuevo peso.
Sue
10 Comments:
"pivón"? con "v"?
Joder, ya estamos. Ahora lo corrijo, anónimo. Y recomiendo a todos la lectura de un libro de Jesús Mosterín llamado "Teoría de la escritura" en el que, además de aprender mucho de cómo escriben chinos, japoneses y demás, podéis enteraros de que la ortografía (no la puntuación) es la mayor subnormalidad de la historia, sobre todo en un blog.
Pero vamos, que sí, que soy un poco cazurra...
Como me pediste, ya me he creado mi propia identidad, Sue. Me alegro de lo de los 55,6, ya que tú también te alegras. Estoy tan poco acostumbrada a leer la palabra pivbon que tb la hubiera escrito con V.
Gracias, desdeleconomato, no me olvido del post contigo como protagonista. Además, para que lo sepan todos mis lectores, hoy he ido al médico y me ha dicho (no es coña) que tengo "un poco bajas las grasas", así que me puedo hartar de torreznos si me apetece. Está claro que, al menos en lo metabólico, la vida me sonríe.
De torreznos, montañas de minutejos y postrecillos varios...Como debe ser ¿o como debe de ser? No sé...
Los que tiran de los camiones no están gordos... están fuertecitos, como Obelix.
Serás perraca del demonio...
que bueno lo de los dardos!!! es verdad, nunca me había fijado.
Los gordos... en cada clase hay un gordo. recuerdo que los gordos de mi clase siempre tenian el sobaco sudao' en verano. Además siempre se les elegía cuando hacía falta hacer uso de la fuerza: peleas, amenazas a los niños, hockey sobre hielo, etc. En las fiestas contaban siempre chistes porque pensaban compensar asi su diferencia física (las cosas como son). Lo curioso es nunca se juntan con las gordas.
Bueno, un tema delicado y en mi estado animico no estoy para decir verdades como puños.
... pero vivan l@s gord@s!
Desdeleconomato: cuando quieras, ya sabes que siempre estoy dispuesta.
Achab: es posible, pero tienen el mismo tipo.
Att: gracias.
Jose: ¿a que tú también te has dado cuenta? Por cierto, bonito nuevo perfil.
Pibón has sido siempre, Sue. No es de ahora :D. Lo de la ortografía, también de siempre. Jurl.
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