Tuesday, December 11, 2007

Más sobre ropa y suerte

Tengo nuevos datos que confirman mi teoría de que algunas prendas dan buena suerte y otras, todo lo contrario. Para que veais que no estoy loca.

-Mi vestido de la mala suerte. Como me ha costado mi panoja y bien bonito que es, cometí el error de ponérmelo de nuevo para ir a currar. Era un día en que estaba mi jefa, luego yo no estaba al mando, y tenía que dedicarme a una labor fácil y nada más. Pues bien, todo se torció, tuve que ir sin previo aviso a la reunión de los jerarcas, que cargaron contra mi y me encalomaron marrones variados. La cosa no fue tan negra como la última vez, pero fue porque llevaba mi...

-Amuleto mágico egipcio. No es más que el típico souvenir que me han traido mis padres hace tres semanas, pero desde que lo llevo parece que todo va un poco más sobre ruedas. Sobre todo si lo combino con...

-Mis bragas de la suerte. Las bragas rojas traen suerte, eso lo saben hasta los chinos, pero claro, no vale comprarte un arsenal del mismo color, sólo unas son las auténticas. Por higiene, y porque perderían su efecto mágico, no puede una ponérselas todos los días, así que hay que reservarlas para los que se presentan muy cuesta arriba. Eso hice el viernes: parecía que no saldría de currar hasta las doce de la noche, pero gracias a las bragas y al amuleto, llegué incluso a cenar con mis amigos. De hecho, llegué en el momento en que traían la comida, lo que resultó muy cómodo para mi, aunque muy coñazo para ellos, que estaban deseando hincarle el diente y tuvieron que detenerse para saludar y hacernos hueco. Ellos no llevaban ropa interior con poderes, está claro.

Pero, ¿qué pasa cuando un día se presenta perfecto? Te crees muy listo y piensas que no te hacen falta prendas amigas. Eso mismo me pasó ayer. Era el primer día de mi supuesta semana de vacaciones (que pasaré en Madrid por obra y gracia del jefe de D., que se ha roto un hueso). Me creía tan invencible que ni siquiera me puse el amuleto egipcio. Pero hasta los mejores días se pueden truncar: apareció una amiga con un problema muy chungo y, cuando la pobre se hubo ido (a las once y pico de la noche), llegó un superinesperado marrón de trabajo y un avinagramiento sin igual de mi jefa.

Con estas pruebas científicas cualquiera deja de ser supersticioso.

3 Comments:

At 11:41 AM, Blogger Hans said...

Vaya, vaya... o sea que, cuando vienen mal dadas, lo mejor es ponerse unas bragas rojas. Pos no sé yo cómo se lo iba a tomar MBO, jatetú.

 
At 6:39 PM, Blogger Sue said...

La ropa interior roja, en general, tiene poderes, por eso la gente se la pone para recibir el año. Puede ser incluso un granate discreto.

 
At 7:24 PM, Blogger Hans said...

No, si el color no es el problema. Es la naturaleza de la prenda misma, más bien... :-D

 

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