Qué vida más perra
Está claro que el dinero no da la felicidad ni aunque seas un chucho heredero de un buen pellizco de la fortuna de una vieja chocha. Si estás desplumado, no tienes que preocuparte de cuál es el mejor escondite para tu panoja, si el colchón de la abuela o la baldosa suelta del cuarto de baño. Tampoco tienes que ir huyendo de amenazas de muerte como las que recibe el millonario "Trouble", ese perrucho tobillero pijo que ha tenido que huir de sus enemigos cambiándose de nombre y todo.
La noticia está plagada de perlas, desde luego, pero lo que más me interesa es precisamente lo que no cuentan, es decir, ¿cómo recibe una mascota amenazas de muerte? ¿Alguien le manda sms que el perro, que ha estudiado en los mejores colegios caninos, sabe leer? ¿Recibe falsos paquetes de Pedigrí Pal con partes de la perra con la que se lió recientemente en un parque (hoy una pata, mañana la cabeza)? ¿O quizá un collage que representa, con bonitos recortes de revistas, la lenta muerte de un perrito blanco con jersey de lana?
Por cierto, el tipo ese que "maneja" la herencia del perro tiene que estar encantadísimo de la vida justificando viajes al Caribe y adquisiciones de joyas y coches de lujo bajo el nombre de "Peluquería canina oriental 'Tu Pelo es Olo'" o "Compra de 200.000 cajas de Scooby-galletas bañadas en chocolate de 24 kilates". Como decían los padres de Macauly Culkin: "Dame el dinero, que yo te lo administro".
1 Comments:
¿Cuál de los dos de la foto es?
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