Tuesday, August 26, 2008

29

Ayer fue mi cumpleaños. Lamentablemente, unos asuntos de curro relacionados con cierto avión en llamas no me permitieron ni hacer reflexión alguna en el blog, ni celebrarlo como se merece. Pero ahora ya estáis todos avisados: se admiten felicitaciones, regalos y donativos al número de cuenta que os daré a los interesados.

No, ya en serio: ya tengo 29 años y ya va siendo hora de cambiar de vida y dejar de trabajar 14 horas diarias. ¿Cómo se accede a esos curros en los que cuando sales es de día, en verano hay "jornada intensiva" (qué nombre más inadecuado) y que te permiten ir a yoga, a inglés y a clases de cocina suní?

Luego están los curros originales, por llamarlos de algún modo. Como los de mis hermanas, sin duda mucho más listas que yo. A Hei le pagan por estudiar una cantidad que le permite ser independiente pese a su corta edad y nula experiencia laboral en cosas serias. Ahora está en una prestigiosa universidad intentando aprender algo de un señor viejuno de noventa y tantos. Zel está a punto de irse a pasar tres meses en una isla perdida de África (tranquilos, no es a las Canarias). Va a estudiar el autillo, un pájaro que yo siempre pensé que no existía, que era de broma, como los gamusinos.

Y luego están las amas de casa, que hacen lo que hago yo cuando libro (limpiar) todos los días y se lamentan de que están matadas. No dudo de que nuestras madres (bueno, la mía no, que es una desgraciadita como yo) trabajaran mucho en casa, pero ¿hoy en día? Por favor, después de limpiar la casa te da tiempo a hacerte la cera siete veces, de ver a Ana Rosa y a tomar cuatro carajillos con las vecinas.

Bueno, si alguno sabe cómo ingresar en alguno de estos mundos, que me lo diga, que hoy me he visto en el espejo tres arrugas más y doble ojera.

Monday, August 25, 2008

Made in China



El merchandising de los Juegos Olímpicos de Pekín que se ha vendido en China y el resto del mundo... ¿era el oficial, o eran falsificaciones?

Friday, August 22, 2008

Dentistas

¿Por qué se empeñan los dentistas en darte conversación justo cuando te están hurgando entre los dientes y tienes el tubo aspira-babas enganchado como una percha en la comisura?

Wednesday, August 06, 2008

Calor y besos

Aunque por el título lo parezca, ésta no es una entrada de contenido erótico, qué le vamos a hacer. Es más bien el relato del veranazo que estoy pasando en Madrid. Y con veranazo tampoco quiero decir juerga y cachondeo... El "azo" hace más bien referencia a los sudores que ahora mismo me caen debido a los 50 grados a la sombra que sufrimos en la capital de España.

Hace dos días intentaba dormir con todas las ventanas de la casa abiertas de forma estratégica para crear corrientes. En vez de frescor entraba una especie de aire de secador. A la vez, el tren que pasa por debajo de mi habitación, pasaba. Y, sin percatarme de que el líquido del kill-paff se había gastado, los mosquitos me picaban. En esas estábamos cuando le dije a D. -Creo que voy a coger días libres desde el miércoles hasta el domingo. -¿Por qué? -Esta semana hay suficiente gente en la fábrica, y así podré ir a mi pueblo familiar. -¿Al pueblo? -preguntó él- Pero si allí no hay nadie. -Bueno, están mis padres, que hace tiempo que no los veo, y mi abuela... Así paso unos días con ellos. Tú puedes venir el viernes.

Sorprendido por mi repentino interés familiar, D. dijo "ah, vale", y volvió a intentar dormir. Un par de horas más tarde todavía estaba despierto y entonces cayó en la cuenta de cuáles eran mis intenciones. -¡Ajá! Perra del demonio, tú lo que quieres es irte porque allí hay aire acondicionado. -No, no, en serio, quiero ver a mi familia. -Cuéntale eso a otro, a mí no me la das. -Vale, tienes razón. Me voy por el aire acondicionado, pero ¿has visto la temperatura que hace? Lo siento, te quedas de rodríguez.

Después de rezongar y de anunciarme que se iría a lugares más frescos todos los fines de semana que trabaje yo, D. se durmió finalmente. Así que esa es la historia, hoy me voy al pueblo familiar, donde hace tanto o más calor que aquí, pero donde, en atención a la frágil salud de mi abuela, de 87 años, hay una bonita instalación de aire acondicionado, amén de piscina a la sombra.

Además, una vez más, estoy harta del curro. Esta vez no es por volumen de trabajo (no hago ni el huevo, para qué negarlo), sino por el aburrimiento infinito que me provoca. Y ¿sabéis una de las cosas que más pereza me da? Los besos, recibimientos y despedidas a quienes se van y vuelven de vacaciones.

En "Amelie", al principio de la peli, explica cómo es la madre de la propia Amelie. Dice algo así como "A la señora Poulaine no le gustaba que, cuando iba a la compra, el tendero le rozara la mano cuando le entregaba la fruta". Pues vale, yo soy igual. Llamadme vinagrilla, pero me desagrada el contacto físico con la gente con quien normalmente no lo tengo. Y, sobre todo, me desagrada el no saber qué hacer. Por ejemplo, cuando ves a un amigo al que no ves todos los días, o cuando te presentan a alguien, le das dos besos. Es lo normal. Pero, ¿cuando un compañero se va 15 días le tienes que besar? Depende. Algunos esperan que sí, otros que no... A veces dejo de besar al que creo que es más afín a mí y que pensará lo mismo, pero luego pienso que seguro que creerá que soy una desaboría y que le odio. Y ¿qué me decís de las preguntitas típicas? "¿Vacaciones? ¿Dónde has estado? ¿Te ha hecho buen tiempo? Estás morenito/a. Ahora de vuelta, eh. Pero, ¿te quedan más vacaciones? ¿A mí? Yo es que me las cogí pronto, sí, ya ves, para viajar más barato. Pero de todos modos en agosto se está bien en Madrid... ¡Irse en agosto es de obreros!"