Tuesday, August 25, 2009

30

Hoy cumplo 30. Estoy viejunísima. La gente dice que nada cambia de los 29 a los 30, pero no es cierto. Mi amiga Cler, sin ir más lejos, fue cumplir tres décadas y empezar a salirle canas.

Yo todavía no tengo canas, pero sí arrugas claramente marcadas en la frente. La celulitis no es de ahora, no voy a engañaros, pero esta mañana parecía un poco más visible. A veces me llaman "señora". Ya nadie me ofrece colacao en los aviones ni menú infantil en las bodas. Ya nadie me confunde con una adolescente ni me pregunta si soy mayor o menor que mis hermanas, que tienen 24 y 26. Obviamente ellas son más jóvenes (todo esto me ha ocurrido a mí o a tipas de mi misma complexión infantil siendo ya talluditas).

Si pidiera un test de embarazo en la farmacia, algo que todo el mundo parece estar esperando, la boticaria no me miraría con consternación, sino con una sonrisa como diciendo "todos en el barrio pensábamos que se te iba a pasar el arroz".

Ya tengo el culo pelado de ir a bodorrios de amigos y de ver fotos de bebés. Tengo varios ya divorciados.

Ya no fumo porros. Nunca jamás vuelvo a mi casa si no es en taxi. Me daría una pereza de la muerte ir a una fiesta de becarios como las de antaño. Y aun así paso por tener una vida disipada sólo por fumar, beber y salir de vez en cuando, en vez de leer "Ser padres hoy" o "Casa y jardín".

Ya digo "fulanito/a es un chico/a de 40 años", y no un "señor/a".

A pesar de todo estoy contenta. No tengo motivos para quejarme, tengo salud, dinero y amor. Así que a felicitarme todo el mundo.