Así aprenderán
A mí, oír o leer este tipo de noticias me enciende la sangre. Un grupo de chicos/as deciden asaltar a un repartidor de pizzas, robárselas y zampárselas alegremente en un parque. Luego llega el juez, trata el asunto como "robo con violencia" y los mete en prisión preventiva, donde siguen desde el pasado 28 de diciembre.
¿Sabéis qué? Se lo merecen. A ver si con el sustito dejan de joder al personal y ya no se creen tan graciosos. Es que me los imagino en el parque comiéndose las pizzas y diciendo: "Jijí, jajá, qué gamberretes somos, qué susto se ha llevado el pringado del repartidor, cómo se ha pirado cagando leches, jojojo". Pues hala, a la trena, imbéciles. Que no digo yo que no sea una medida desproporcionada, pero después de este mesecito a la sombra junto con "etarras, violadores y sicarios" ("¡Mami, tengo miedo!") seguro que se lo piensan más a la próxima.
Igual que aquellos otros idiotas, los estudiantes de Erasmus que decidieron robar unas banderas en Letonia y provocaron un conflicto diplomático (aparte de pasar por los calabozos letones, of course). Al parecer, el pasado mes de marzo otros españolitos protagonizaron un episodio similar en Lituania. Seguro que ya no van robando más bandericas en sus viajes internacionales.