Si me caso...
Somos Copycat y Sue. Utilizamos este blog para comentar noticias, hablar de cosas curiosas y, en general, de lo que nos da la gana. Para los despistados: firmamos nuestros textos al final. Se admiten comentarios de todo tipo, aunque las críticas serán pisoteadas sin piedad. Purrrrrrrr...
Venga, que ya es la última vez que pego una noticia.
No soy dada a pegar noticias sin más, y menos a los temas soeces (este blog es para todos los públicos). Pero, por una vez...
Hola, amigos. Hoy vamos a explicar cómo colgar un espejo en el lavabo. Para empezar, hacen falta dos personas, chico y chica, y un espejo. El chico llevará el martillo, la chica, el metro y alguno de los dos un rotulador. La blackandecker se la pediremos prestada a un cuñado. Para comprar la broca adecuada, los tacos y las alcayatas, tendremos que pasarnos una larga tarde en el Leroy Merlín mirando tornillos (no de los de la fábrica, de los de verdad). ¿Por qué?, os preguntaréis. Muy sencillo, ya he dicho que hacen falta chico y chica, y de esta tarea se encarga el chico. Si fuera la chica sola, preguntaría al dependiente, diría “póngame los más baratos, por favor” y se iría.
Cada día tengo varias discusiones con diversos personajes. D., mis padres, mis hermanas, algún amigo/a, taxistas, compañeros de trabajo (muy a menudo del gremio de los técnicos de sistemas) y otros seres con los que, por cuestiones laborales, tengo que hablar con frecuencia. Una de estas últimas personas es Diana. Es normal que ella y yo discutamos porque yo soy fabricante de tornillos y ella, jefa de relaciones con los fabricantes de tornillos de un ministerio. Si mi móvil suena antes de las 9:00 ya sé que es ella. Si es otra persona de inmediato pienso que alguien ha muerto, porque para mi ese horario matutino es lo que para otros las cinco de la madrugada. Si es Diana respiro tranquila y, eso sí, me resigno a discutir durante una hora porque probablemente he hecho algo que no le ha gustado.
Uno de mis propósitos (no sé si para este año o el que viene) es conseguir que Arbusto me lleve a la Universidad de Kabul como conferenciante. Sólo necesito que me paguen el billete de avión (y el de mi acompañante, por supuesto), del alojamiento ya se encarga el propio Arbusto y Copycat. ¿Sobre qué pienso disertar? Eso mismo me preguntó Arbusto. Muy fácil: me presentaré como experta en cómo se retroalimentan los medios de comunicación y la realidad chusca española. Y qué mejor momento para ilustrarlo que la Navidad que hemos dejado atrás.
Ayer comí con Cler, G. y Quic. Comimos una paella lamentable, pero nada que no hubiera probado antes. El veneno no me hizo efecto en toda la tarde y fue a eso de las nueve cuando comencé a sentirme como Foreman cuando se contagia del poli corrupto en House. Así que me fui a casa a duras penas y vomité hasta la primera papilla en varias tandas. Qué coñazo más grande tiene que ser ser bulímica. Después me entró fiebre y dolores por todo el cuerpo, sobre todo brazos y piernas. Hoy estoy en la fábrica de tornillos porque no me queda más remedio, pero no puedo ingerir ni un sorbo de agua y me mareo. D. me ha llamado para ver qué tal estoy y le he dicho que no me puedo largar porque Mariví (mi alter ego) no está ni en Madrid y los demás están casi todos de vacaciones. Le he dicho "aguantaré hasta que me caiga y alguien se dé cuenta de que estoy fatal" y D. me ha respondido "no. si te caes al suelo pasarán por encima de ti y, al cabo de una semana, vendrá una grúa para quitarte del medio del pasillo".